Uno: La juventud.
En el 2003, a pocos meses de asumir, Nestor Kirchner empezó a recibir críticas por su "poco diálogo con la oposición", y empezó a construírse la imagen de "autocrático y autoritario". El tema era que el radicalismo (2% de los votos a presidente, con su candidato Leopoldo Moreau) era todavía un partido centenario copado en su dirección por lo más rancio del conservadurismo neoliberal. ¿Convocar a una representación del 2% que encima intenta "consensuar" políticas que en la práctica resultaban directamente opuestas a las implementadas por el Gobierno? Es poco serio, pero la "gente" compró la mistificación. Hoy tenemos muchísima militancia y juventud con ganas de incorporarse a la política y asumir la responsabilidad del Gobierno. Además del lugar común acerca de "la mística" y "la irreverencia" de la misma, me interesa rescatar otras cosas de estos nacidos a partir de fines de los '70s:
- No se interesaron en la política hasta (aproximadamente) fines de los '90, por lo tanto no sufrieron décadas de discurso neoliberal, ni fueron condicionados a ver en los planteos "de izquierda" la antesala de la violencia y el caos (más bien lo contrario, jeje!) Tampoco fueron educados en la reverencia dogmática a los "consagrados" como formadores de opinión, los economistas, los periodistas, los "líderes políticos"... Ellos no reaccionan como los mayores al enfrentar un editorial de Nelson Castro ó Tenembaum, ó un diagnóstico económico de Orlando Ferreres ó López Murphy, ni un análisis político por parte de Duhalde ó Terragno.
- Se criaron sin tanto argumento de autoridad ni tanto verticalismo impuesto a sangre y fuego desde el inicio de nuestra identidad como país.
- Vienen de una época en que se dió mucha importancia a la noción de "prepararse todo el tiempo" para enfrentar el cambio y las oportunidades. Una época en la que se valora la capacitación así que ya no es tan fácil que "deleguen" la interpretación de las medidas y el rumbo que marcan éstas, por ser "políticos y no técnicos". Están más formados que los de las viejas generaciones, que muchas veces después de colgar el diploma no volvían a tocar un libro ni hacer una especialización, y que se mantenían por el "logro obtenido".
- No saben de la "realpolitik", si no de la convicción y del modelo de Néstor: cuando algo es deseable, se organiza el Poder a disposición y se capta el posible para intentar lo "soñado". No son la izquierda de café, ni los administradores de las migas caídas de la mesa de los poderosos.
Después discutamos los conceptos Yoda (los niños no tienen tanto trabajo para aprender, porque no necesitan olvidar lo que aprendieron antes), lo real es que se necesita también apertura en las estructuras para no "pisar brotes" al sentir que "los mocosos están moviéndome el piso a mí... ¡A MÍ!". Se necesita generosidad, apertura mental, buena voluntad y compromiso con el País, para que no terminemos condenándolos por "trepadores irrespetuosos" al igual que lo fué Kirchner al principio de este ciclo.
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